¿Te imaginas un restaurante sólo para mujeres? Parece mentira pero cuando estamos solas nos relajamos, nos liberamos del estrés y formamos equipo.
Deliciosa Calma, Sólo para mujeres
Campofrío lo sabe y ha creado Deliciosa Calma, un restaurante sólo para mujeres donde la chef Susi Diaz ha creado un menú libre de estrés. Una velada para hablar de lo que nos preocupa, nos estresa y nos desestresa. En esta ocasión hablamos de nuestra forma de vida, pero sobretodo hablamos de Maternidad.
El fin de semana pasado fue su primera escapada con los abuelos, y nosotros no hemos podido echarla más de menos.
La mejor hermana mayor
Desde el primer momento que supo que iba a ser hermana mayor se sintió orgullosa. Un hermano para ella, quien cuidar, con quien jugar y a quien proteger. Muchos dicen que los niños se llevan un chasco cuando ven a sus hermanitos tan bebes, y que se sienten engañados puesto que no pueden hacer nada de lo que les habían prometido. Catalina se sintió importante. Ahora tenía una responsabilidad.
Siempre he sido muy exigente con los pañales de mis hijos, con Catalina encontré los mejores y ya ningún pañal parecía estar a la altura. Al final los pañales son como nuestras cremas, cada piel necesita una especial y no todas funcionan igual.
Nunca he sido muy cocinillas pero siempre me ha gustado comer bien. Estas cualidades han pasado en mi herencia genética pero al revés. Catalina está fascinada con la cocina así que con tal de ayudar se come lo que sea, siempre quiere echar una mano mientras pregunta atentamente por el siguiente paso. Ella que no es para nada golosa está feliz preparando postres porque me parecía lo más fácil para empezar. Así que yo he empezado a buscar recetas saladas que pueda hacer ella sola siempre claro bajo mi supervisión.
El otro día publique una foto haciendo una trenza de jamón y queso y me pedisteis la receta. Es tan sencillo que hasta los niños pueden hacerlo y eso de hacer algo y luego poder comerlo…¡les encanta!
Hace tiempo oí a Iñaki Gabilondo hablar de su familia, decía que no había podido disfrutar de sus hijos y que si volviera atrás simplemente se sentaría a observarlos. Yo lo hago a menudo, no quiero perderme nada, quiero guardar en mi retina todos y cada uno de los instantes que paso con ellos, pero como sé que no es posible, pues me ayudo de la cámara.
Desde pequeña tengo la costumbre de vestirme de dentro para fuera. Sí, ya sé que sólo los superhéroes lo hacen al revés, pero me refiero a elegir, aun no sé si consciente o inconscientemente, las capas inferiores en función lo que me vaya a poner arriba. A veces incluso es al revés, en función de los calcetines o la ropa interior, elijo los pantalones y el jersey. Bueno total, que esta manía mía la he terminado extrapolando a toda la familia. Al final sin previa planificación acabamos vestidos con colores parecidos o a juego.
También es verdad que tenemos mucha ropa igual, desde camisetas en colores parecidos hasta mini-modelos de zapatos idénticos . No sé hasta que edad me lo permitirá Catalina, pero mientras yo disfruto.
Facilita mucho las cosas el hecho de que es ella quien se viste como yo y no yo como ella, porque así de primeras, me estoy viendo con un tutú rosa y unas bailarinas de purpurina.
Los fines de semana le dejo elegir su ropa. A veces le doy varias opciones, otras ella coge el vestido y yo le pongo los leotardos y zapatos o al revés. De este modo ella toma sus propias decisiones pero no va hecha un cristo.
Al final todo se pega y hasta mi marido sin darse cuenta muchas veces termina conjuntado a la perfección. Si ya lo dice el refrán, dos que duermen en el mismo colchón….
No os creáis que siempre vamos conjuntados, hay días que parecemos Parchís ;). Pero por lo general acabamos llevando tonos parecidos, por lo menos entre los peques.
Y vosotras, ¿os gusta ir a juego con vuestros hijos? Haced la prueba, al final sale solo.